Antes de entrar en materia es necesario preguntarse ¿qué es el desarrollo? ¿qué entendemos por este? Ya que entender las diferentes dimensiones del individuo es fundamental para comprender su crecimiento y evolución en todos los ámbitos de la vida. Comúnmente, el concepto de desarrollo se suele confundir con la maduración o el crecimiento de los aspectos biológicos y orgánicos del individuo pero esto va mucho más allá y es un tópico clave para lograr el éxito profesional.
Así, bajo estos planteamientos, es posible reflexionar que el desarrollo no es asunto que se reduce a las características biológicas, sino también un proceso de construcción personal y social que permitirá el desarrollo de los potenciales desde un enfoque integral del desarrollo humano. Esto es posible porque el desarrollo es “multidimensional”, ya que abarca un conjunto de dimensiones interrelacionadas (que veremos más adelante); es “potencialidad” puesto que siempre implica llegar a ser mejor; es “continuo” debido a que es algo que se mantiene a lo largo de la existencia; es “integral” porque implica el desarrollo de todas las dimensiones para logar la plenitud; y es “adaptativo” puesto que a fin de cuentas se buscar preservar y sobrevivir frente a un contexto inestable.
De esta forma si se aplican estos planteamientos hacia la realización de un proyecto de vida, es necesario tener en cuenta que si pensamos en ser cada vez mejores, es fundamental en un proceso de coaching tener una orientación del aprendizaje permanente o desarrollar la competencia “aprender a aprender” bajo un enfoque social e individual porque gracias a ella se pueden desarrollar potenciales (porque implica el desarrollo de nuevas habilidades) de un forma continua (debido a que es una competencia que se usa a diario) e integral (puesto que implica el conocimiento de uno mismo, los demás y el contexto), que facilita la integración de todas las dimensiones (porque gracias a ellas desarrollamos un conocimiento más complejo y sistémico de lo que nos rodea) y la adaptación del individuo (porque podrá adaptarse a cualquier contexto si aprende rápido)
Una vez llegado a este punto de reflexión sobre el concepto de desarrollo, ¿cuáles son las dimensiones del desarrollo humano? Lo vemos aquí:
Dimensión corporal: hace referencia al cuerpo del individuo en interacción consigo mismo, en la acción constructiva con los otros y con el mundo. En términos concretos, es madurar o crecer desde una mirada física y madurativa. Generalmente, el desarrollo de esta dimensión se consigue cuidando el cuerpo de uno mismo y el de los demás, evitando prácticas de autoagresión y desarrollando estilos de vida saludables.
Dimensión afectiva: se refiere a la vinculación afectiva y al sentirse saludable. Se la considera una dimensión fundamental para relacionarse consigo mismo, con el contexto y con los demás, teniendo como base el afecto, que es el motor del desarrollo humano y la energía emocional. Además de ser también motor del aprendizaje, que es la fuente de motivación y de interés para aprender cosas nuevas. El desarrollo de esta dimensión se consigue desarrollando una autoestima saludable, siendo reflexivos, autocríticos, empáticos, expresando los sentimientos nobles y compartiendo con los demás con el fin de entablar relaciones armónicas y asertivas.
Dimensión lingüística-comunicativa: se refiere a la capacidad del individuo para relacionarse con los demás a través de la utilización del lenguaje y la comunicación. Se configura por símbolos y signos, teniendo como base aspectos biológicos, contextuales y sociales. Esta dimensión se desarrolla siendo abierto al diálogo, interactuando, captando mensajes con significado y usando un vocabulario respetuoso.
Dimensión cognitiva: se refiere a la habilidad que tienen las personas para actuar, analizar, transformar y crear la realidad, facilitando la creación de conocimientos y la producción de nuevos saberes que tienen como base las situaciones y experiencias vividas. Esta dimensión se desarrolla comprendiendo el mundo desde los conocimientos desarrollados, entendiendo a la gente y sus sentimientos. Al igual que el cuerpo, manteniendo el espíritu investigativo, desarrollando la habilidad de analizar, aplicar y comprender creativamente los saberes, teniendo la habilidad de criticar la información asimilada y forjando el espíritu emprendedor.
Dimensión ética moral: se refiere a la capacidad de regular la vida misma y la de los demás, con lo cual se basa en un código para actuar o no actuar al tener consideración de las acciones como bueno o malo según los patrones socioculturales y las costumbres, entendiendo la ética como la capacidad de actuar racionalmente para dirigir el comportamiento de un individuo en relación consigo mismo y con la sociedad. Tiene como finalidad la toma de decisiones autónomas, conocer los derechos y las responsabilidades, comprometerse con la sociedad y el desarrollo individual a través del ejercicio continuo que ofrezcan sentido a la existencia y siendo honesto.
Dimensión espiritual: se refiere a la capacidad de hallar sentido a la vida en relación a un sistema de valores. Se enfoca hacia la búsqueda de la felicidad y al desarrollo de potenciales, así como también la admiración por la belleza, el amor por los demás y la estética. La base de esta dimensión se encuentra en el cultivo de la libertad, la promoción de los valores y la seguridad afectiva.
Dimensión socio-política: es la habilidad de estar en interacción con los otros para asumir un compromiso comunitario y solidario para la construcción de una sociedad participativa, justa y equitativa. Por ello, la base de esta dimensión es la conciencia histórica, los valores cívicos y el juicio sobre las acciones políticas. Con esta dimensión se espera desarrollar la autonomía, la participación de la convivencia, el respeto de las diferencias, el respeto de la naturaleza y la asertividad.
Dimensión estética: es referida a la capacidad de disfrutar y crear, es decir, la habilidad de responder y apreciar emocionalmente las creaciones humanas, el ambiente natural y la belleza. La creatividad es la base de esta dimensión y busca la admiración y el reconocimiento de las manifestaciones artísticas, el asombro por la belleza de lo que hay alrededor, el respeto de las tradiciones culturales, la valoración de éstas, el interés por el cuidado, la belleza y la transformación del contexto.
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