El liderazgo ha sido una de las temáticas más estudiadas en los últimos años y más aún cuando las empresas, universidades y centros de salud han decidido ejercer cambios constantes en sus estructuras organizativas. En este sentido, el líder ha sido algo relevante de examinar, ya que desde sus orígenes estos eran detallados como semidioses con la capacidad de influenciar y regir el comportamiento de las demás personas para alcanzar las metas colectivas estipuladas.
El líder, de forma analógica, representa para toda institución como un ser que revela las verdades de los objetivos o las metas que se persiguen y se las transmiten a sus fieles o seguidores. Con él es posible propagar la cultura de cualquier contexto, ya que por él los valores, las normatividades, los comportamientos y los principios del entorno son aspectos que el propio líder puede hacer entender a sus seguidores y así lograr los objetivos que los une. De esta forma, se comprende que el líder es uno de los principales interesados en que una empresa, escuela, hospital, etc... logren sus metas. Uno de sus roles más importantes es su capacidad de identificar las necesidades de su equipo y con base en ella, ofrecer un contexto seguro y de confianza para satisfacerlas y lograr las tendencias unidas que se necesitan para que el equipo prospere, tanto en lo personal como profesional.
Por esto, es necesario comprender que el liderazgo es fundamental para cualquier contexto, ya que es un proceso que facilita la interactividad entre los participantes del grupo y se puede llegar a compartir el bagaje cultural, lo que permite que los integrantes del equipo mantengan una dirección, propósito, sentido y un cúmulo de estrategias para alcanzar los objetivos propuestos. Todo esto es posible mediante la alineación de los individuos y los procesos motivacionales que impulsan el comportamiento.
¿Cuál es su complejidad?
El liderazgo se puede definir como un conjunto de habilidades que debe poseer determinada persona para influir en la manera de pensar o de actuar de las personas, motivándolas para hacer que las tareas que deben llevar a cabo sean realizadas de manera eficiente ayudando de esta forma a la consecución de los logros, utilizando distintas herramientas como el carisma y la seguridad al hablar además de la capacidad de socializar con los demás, es decir, es la capacidad de “influenciar” en los demás para que los participantes de la entidad se esfuercen a actuar con base en los logros que se persiguen. Entonces, si se desea influenciar a las personas mediante el líder, cabe entonces preguntarse lo siguiente: ¿cómo hacer para que el liderazgo funcione con efectividad? ¿qué aspectos influyen para que se dé el liderazgo de forma exitosa? Para hacer un análisis exhaustivo de los aspectos que influyen, en un proceso de coaching es de suma relevancia atenderlos para que se aplique con plenitud. Dichos factores se desarrollan de acuerdo con tres teorías clásicas, tales como a) la “teoría personalista”, b) la “teoría situacional” y c) las “teorías de contingencias”.
Teoría personalista del liderazgo
La orientación personalista es un enfoque teórico del liderazgo que sugiere examinar este fenómeno en función de las variables individuales asociadas con el liderazgo efectivo. En este sentido, este enfoque sugiere analizar los rasgos característicos de los líderes y qué aspectos de su personalidad pueden predecir si alguien llevará a cabo el liderazgo de forma efectiva o no. En general, se ha sugerido que los rasgos de carisma, extroversión y afabilidad se asocian de manera significativa con el liderazgo efectivo. Sin embargo, las investigaciones modernas todavía no han estipulado un perfil determinista del buen líder. Con todo, a pesar de que este enfoque se reduzca a una orientación muy individualista, se puede tener en cuenta estas particularidades para detallar cómo los aspectos personales influyen sobre el liderazgo. Estos aspectos personales se denominan técnicamente como “factores individuales del liderazgo”.
Teoría situacional del liderazgo
Por esta parte se encuentran las teorías situacionales, que sugieren analizar los comportamientos observables (qué hace) del líder frente a distintas situaciones, más que colocarse a detallar los aspectos individuales de su personalidad. Visto así, se considera que las situaciones poseen el potencial suficiente para influenciar en la efectividad del liderazgo. Por ello, es necesario detallar aspectos como:
La estructura grupal o del equipo de trabajo.
Las tareas que se ejecutan.
Las metas estipuladas.
Las necesidades de la colectividad y de sus integrantes.
De manera técnica, estos elementos en su conjunto lo podríamos denominar como “factores situacionales del liderazgo”.
Teoría de las contingencias del liderazgo
Finalmente, se pueden hallar las teorías de contingencias, las cuales sugieren que, además de analizar los factores individuales y la forma como se lleva a cabo el liderazgo, es necesario examinar la interacción de ambas para que se ejecuten las tareas. En este sentido, el líder puede ser un promotor para fortalecer los vínculos grupales o para orientar la dirección en cuanto a la ejecución de las tareas. El líder también puede ser catalogado como un sujeto que direcciona las trayectorias de las metas, es decir, puede ser una persona directiva, participativa o la que ofrece apoyos para lograr las metas. Por lo tanto, se deben examinar las contingencias en función del perfil individual de los integrantes (competencias, grados de necesidad de logro, experiencias) y los aspectos socio-ambientales (el sistema jerárquico, estilos de mando, recursos estructurales, entre otros).
Del mismo modo, en esta teoría se contempla detallar el proceso en función de cómo se direcciona el logro de las metas. Es decir, se necesita examinar la forma como se transmiten las reglas, las órdenes, la manera como se establecen los mecanismos persuasivos, participativos y se delegan las tareas o funciones. Así, de manera técnica, podríamos denominar todos estos aspectos como “factores interactivos u contextuales del liderazgo”.
ESTILOS Y ACTITUDES EN EL LIDERAZGO
¿Qué son los estilo de liderazgo?
Se entiende como una serie de mecanismos de influencia social que buscan que los seguidores, de manera voluntaria, participen y depositen sus esfuerzos para conseguir las metas que los une. Por esto, el líder es aquel sujeto que tiene como función delegar e influenciar en los otros para que puedan actuar de forma energizante y así lograr los objetivos propuestos.
En un proceso de coaching, se deben aplicar estilos de liderazgo que permitan promover el crecimiento y la transformación de las personas. Si las tareas se configuran de forma estructurada y existen vínculos positivos con los integrantes, la efectividad por parte de los seguidores serán significativas, ya que habrá sentido, trascendencia y orden en lo que se hace. Para lograr este objetivo, existen dos estilo que se asocian con el logro de metas: el liderazgo transformacional y el transaccional.
Liderazgo transformacional
Se refiere a un tipo de liderazgo que busca crear un cambio valioso y positivo en los seguidores. Un líder transformacional se centra en “transformar” a otros y, por supuesto, promover la ayuda mutua, a estar alentando y mirar los objetivos como un todo. Es decir, se refiere a un estilo que se centra en el progreso, la evolución y el desarrollo de los integrantes, teniendo como base sus necesidades, competencias y características individuales. Es un estilo que busca que las personas puedan consolidar el crecimiento con base en el sistema jerárquico de valores de los integrantes mediante sus habilidades inspiradoras.
En otras palabras, el estilo transformacional busca que los integrantes y el contexto en el que se desenvuelven alcancen la “transformación”, tanto de las personas que la conforma como también el sitio de la organización. Esto es con la finalidad de que las estructuras mentales y afectivas de los participantes amplíen sus ambiciones, compresiones y propósitos en concordancia con los objetivos estipulados. Este estilo es posible cuando el líder amplía y mantiene los intereses de los integrantes una vez se haya generado conciencia y la aceptación suficiente para asignar los propósitos particulares de cada uno.
Liderazgo transaccional
A diferencia del transformacional, busca que los integrantes y el coach originen “intercambios” entre los líderes y sus seguidores, por lo que se requiere que los seguidores sean compensados para lograr las metas necesarias y alcancen los criterios suficientes para que demuestre sus contribuciones significativas. Para ello, el líder debe validar la asociación entre los rendimientos y las recompensas para después modificarlos por respuestas adecuadas que permita alentar a los integrantes a mejorar su desempeño, en caso de que se identifiquen algunas limitaciones o resultados poco esperados.
Por esto, los mecanismos transaccionales, dentro de un proceso de coaching, buscan generar intercambios entre los entrenador y el entrenador. Esto es por medio de los intercambios de incentivos y metas entre los seguidores y los procesos de gestión. Para eso, se necesita que el líder se enfoque en las tareas de cumplimiento del sujeto y depositar una gran confianza en los mecanismos distribucionales del plan de entrenamiento en cuanto a su capacidad de influenciar o castigar el desempeño de las personas.
Pero, ¿qué actitudes pueden propiciar la ejecución de estos estilos de liderazgo? Veámoslas.
Aspectos conceptuales y actitudinales del liderazgo
El liderazgo es un proceso a través del cual una persona o grupo “influye” sobre otros individuos con el objetivo de lograr una meta o un propósito en común. Según esto, se extrae que el liderazgo en sí no se refiere a ser una figura particular o asumir un rol de autoridad, sino más bien un proceso que busca coordinar, guiar, orientar y articular a un grupo de personas para lograr lo que anhelan colectivamente. Gracias al liderazgo, es posible dirigir el comportamiento de las personas en función de sus particularidades y un curso determinado de acciones. La influencia que ejerce el líder no es carácter unidireccional, sino más bien bidireccional, en donde tanto el líder como seguidores se interfluyen para trabajar articuladamente. ¿Qué implica influenciar a otras personas mediante el liderazgo?
El autoconocimiento.
Habilidades persuasivas e inspiracionales para conmover al grupo o equipo.
Capacidades para proyectarse al futuro.
Habilidades de planeación y organización.
Tener una actitud orientada a contribuir con el desarrollo grupal, psicosocial e individual de las personas.
Por tanto, puede decirse que el liderazgo requiere desarrollar competencias intrapersonales e interpersonales, así como también metacognitivas. Pero para que su manifestación sea eficaz dentro del seno de un contexto interpersonal, se requiere que el sujeto tenga legitimidad, de tal forma que pueda generar confianza en sus seguidores. Igualmente, es de suma importancia que estos últimos le otorguen legitimidad al líder para que los pueda guiar y dirigir. Es más, desde una mirada situacional, el liderazgo también involucra examinar otros aspectos:
Los procesos interpersonales de influencia.
Las interacciones entre un individuo (líder) y grupo (seguidores)
Un contexto sociocultural delimitado.
Un suceso o situación particular.
Tener definido explícitamente el logro de los propósitos comunes como indicador clave para las efectividades de los procesos.
Liderazgo transformacional, ¿qué es?
En general, como he dicho con anterioridad, se entiende como un estilo que se orienta en estimular la conciencia de las personas con el propósito de transformarlas en seguidores fieles con respecto a la misión que los une, dejando a un lado sus intereses personales y enfocándose en los colectivos. Con este tipo de liderazgo, se busca motivar a los individuos a invertir sus mayores esfuerzo para lograr sus expectativas, tanto individuales como colectivas. También se espera que esto se pueda traducir en cambios positivos en los seguidores, es decir, mediante la cooperación, comunicaciones asertivas y procesos empáticos y altruistas ente los mismos seguidores por influencia del líder, para que pueda generar confianza y seguridad interactuando unos con otros, lo que ayuda a fortalecer el apoyo social, la seguridad en las personas y su autoestima.
Por esto el liderazgo transformacional se reconoce esencial desarrollarlo en los jóvenes, ya que gracias a este estilo, tendrán la capacidad de hacer trascender los intereses individuales en una orientación colectiva que ayude a afianzar los compromisos mutuos con sus seguidores permitiendo incrementar sus motivaciones y moralidades, aumentar sus esfuerzos para lograr sus metas y generando credibilidad y entusiasmo en las demás personas. Además, estos líderes tienen la capacidad de empoderar a los grupos a tomar más responsabilidades para después alcanzar unas visiones comunes que faciliten la innovación, la creatividad y el crecimiento personal de cada integrante, de tal forma que esto pueda traducirse en el uso de todos los esfuerzos y potenciales.
Ahora bien, ¿cuáles son las características y actitudes de un líder transformacional?:
Poseen actitudes carismáticas. Generalmente, cuando este aspecto se percibe por parte de los seguidores, los individuos tienden a imitarlo, siendo este aspecto un modelo a seguir. Además, esto también estimula la confianza, seguridad, admiración, lealtad y respeto en el momento de ilustrarse un comportamiento ético y moral. El líder con actitudes carismáticas tiende a generar forma innovadoras de trabajos, puede reconocer las amenazas y asumirlas asertivamente y modificar el ambiente de forma positiva.
Poseen tendencia a ser creativos. Habitualmente, esta características es fundamental puesto que incentivan a los demás a generar nuevas ideas, a asumir los retos y los problemas de distintas maneras y a promover el aprendizaje permanente. Ante todo, se espera que el líder no haga uso de un pensamiento convencional, sino más bien creativo, donde su inteligencia y sabiduría lo ayude a identificar otras alternativas pertinentes.
Poseen la capacidad de establecer la interactividad permanente. Se particulariza por el hecho de ilustrar la capacidad de articular a las personas para trabajar en equipo, generar sinergias entre los miembros y buscar formas de involucrar a todos en la misión que los une.
Tienden a ser visionarios. Esta característica se refiere a la capacidad de hacer que todos se motiven para involucrarse en los proyectos y objetivos que se persiguen, es decir, motivar a los seguidores para que vean el logro de metas con optimismo. Con esto se espera que puedan participar activamente, comunicarse asertivamente e invertir más esfuerzos en sus labores.
Tienden a tener actitudes éticas. Se refiere a la capacidad de líder para ilustrar sus valores a los seguidores para que se conviertan en un estándar moral y ético que permita la armonía entre los mismos. Con esto construyen confianza, forjan el desarrollo moral y analizar todo con imparcialidad, de tal forma que todos puedan ser tratados de forma más digna y respetuosa.
Son coherentes. Se refiere a la capacidad del líder para mantener congruencia entre lo que piensa, dice y siente sin que sus comportamientos observables demuestren lo contrario.
Liderazgo transaccional: ¿cuáles son sus características?
Como he dicho antes, es un estilo caracterizado por fomentar el intercambio entre los integrantes de un equipo y el líder, teniendo en cuenta los beneficios que obtendrán todos para lograr los objetivos que los une. A diferencia del transformacional, se piensa más que todo en examinar cómo las recompensas pueden motivar a los seguidores para ejecutar comportamientos más efectivos con relación a las metas que se persiguen. Ante todo, se espera articular los incentivos, objetivos y procesos para que el líder pueda enfocarse en cómo direccionar al equipo a ejecutar efectivamente sus roles y depositar confianza en las recompensas que ofrece para influir en el comportamiento de los seguidores.
Entre las principales características y actitudes, encontramos las siguientes:
Son escrupulosos en cuanto a sus funciones. Es decir, que son sujetos que prestan atención a los detalles, las funciones y la forma como ejecutan sus responsabilidades para lograr las metas estipuladas.
Poseen capacidades para planificar. Se refiere a que los sujetos tienden a ser visionarios, estipulan tiempos en cuanto a los esfuerzos que se ejecutan y concertan las metas con cada miembro para sistematizar y estandarizar los esfuerzos de los demás.
Pueden gestionar la diversidad. Dado que el líder transaccional requiere aplicar la planificación y meticulosidad de los objetivos, los sujetos bajo estas características poseen la capacidad de identificar las habilidades de cada miembro y en función de estos, ajustarlos con base en las metas y tiempos asignados.
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