LOS VALORES


Generalmente, se puede reflexionar que fomentarlos es únicamente promocionar el uso de los respetos, las tolerancias, la afectividad positiva, la legitimidad, los compañerismos y la lealtad entre los individuos. En realidad, por medio de los valores se busca consolidar este tipo de acciones y actitudes con el fin de fomentar la cohesión armoniosa de los seres humanos pero, en general, ¿que se puede entender por el concepto de valores? Se puede referir a un conjunto de facultades y virtudes que se caracterizan por fomentar el respeto hacia los demás y a sí mismo, lo que facilita la consolidación de relaciones cálidas, perdurables y confiables. Éstas permiten desarrollar cualidades positivas y, a la vez, motivar a las personas a comportarse de manera única, ya que los valores se desarrollan en función de las creencias y los principios que ha configurado el individuo en su yo. Con esto, el sujeto sabrá qué conductas, expresiones y comportamientos se deben aplicar para manifestar sus emociones y pensamientos de acuerdo a la situación.

Los valores también ayudan a estimular la autorregulación de las personas porque ayudan a establecer la forma como se deben manifestar las cogniciones y los afectos de acuerdo a las señales sociales del contexto. Esto permite prevenir la aparición de comportamientos impulsivos y a la vez desarrollar facultades y virtudes positivas, lo que también favorece con el desarrollo de una autoestima sana y positiva. Si deseamos fomentar los valores en un contexto inestable, marginal y violento es de suma importancia enfocarlos a forjar al carácter positivo, es decir, desarrollar una serie de actitudes y motivaciones para comportarse forma balanceada y estable teniendo en cuenta los siguientes elementos:

  1. Las normatividades sociales del contexto en la cual el sujeto se desenvuelve.

  2. Desarrollar espacios de socialización en donde se puede promover la práctica de la convivencia, el respeto y las tolerancias entre las personas.

  3. Promocionar el uso de los procesos empáticos para forjar la cooperación, colaboración y reciprocidad entre las personas.

  4. Desarrollar el sentido de autonomía, teniendo como fundamento las normatividades sociales y las expectativas culturas.

  5. Fomentar razonamientos morales, fundamentos con el uso de los valores y las normas estipuladas por la sociedad.

También es de suma importancia que los valores se puedan concretar con base en la consolidación de un proyecto de vida que ayude a hallar un sentido al hecho de aplicar comportamientos éticos y cómo sus ejecuciones ayudan alcanzar nuestros propósitos existenciales. En esta línea, consiste en favorecer a los individuos a establecer una proyección futurista que ayuden a los sujetos a identificar una razón por la cual luchar, es decir, ocupar el resto de la vida haciendo lo que realmente anhela. No menos importante es que los individuos puedan desarrollar el valor del optimismo en el sentido que los sujetos sean capaces de creer que pueden cambiar y ser un gran contribuyente a la sociedad. Con esto no solo afianzan su sentido de autoeficacia, sino también fortalecen su autoconcepto y autoestima hasta el punto que puedan ejercer influencias significativas en los demás.

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