Te propongo que primero veas el vídeo y que te tomes unos minutos para escuchar y sentir lo que te haya transmitido.
El guerrero se sienta primero a hacer lo que él quiere hacer, a meditar sin que nada le perturbe. La presencia inoportuna de la mosca le irrita, genera esa distancia entre "lo que quiero" y "lo que es". El guerrero inicia la pelea y las moscas se multiplican. Así ocurre también cuando peleamos, luchamos o nos resistimos a lo que está sucediendo. A ese primer dolor, representado por la primera mosca, la pelea furiosa del guerrero no hace más que intensificarlo, multiplicarlo, generando miles de dolores secundarios. Algo ocurre que detiene la pelea y ese "algo" se representa por la mirada del guerrero que es capaz de convertir una mosca en una flor.
¿Son las emociones difíciles también nuestros maestros? Al parar, al hacer la pausa, el guerrero acepta lo que hay. Permite la presencia de las mil moscas de las emociones difíciles. Es entonces cuando puede vivir a través de las diferentes estaciones de su vida sereno e imperturbable.
Una reflexión parecida nos surge al leer la poesía de Wumen Huikai (China, 1183-1260):
Diez mil flores en primavera
La luna en
otoño
Una fresca brisa en verano
Nieve en
invierno
Si no enturbian tu mente
Cosas
innecesarias
Esta es la mejor estación de tu vida
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