Echa un vistazo a este humilde lápiz. Sí, ese que ves ahí. ¿Sabes que, de vez en cuando, necesita ser afilado para seguir siendo útil? Imagina por un momento que ese lápiz puede sentir y pensar. ¿No sería doloroso tener que pasar por eso una y otra vez? Sin embargo, es ese proceso de afilado el que lo hace verdaderamente útil. La vida funciona de manera similar. A través de los momentos difíciles y los desafíos es como moldeamos nuestro carácter y crecemos. Recuerda que muchos de los errores que cometas son totalmente corregibles. ¿Sabes por qué? Porque cada error es en realidad una lección disfrazada. Así como la goma de borrar que acompaña a este lápiz en su extremo, podemos aprender de nuestras metidas de pata y usar esas lecciones para mejorar en el futuro.
Observa cómo este lápiz deja su marca en cada lugar donde escribe. Cada palabra que pronuncias y cada acción que realizas contribuyen a tu propia historia. Así que, incluso en los momentos de dificultad, sigue escribiendo tu historia con determinación. Ten en cuenta siempre que lo más valioso de ti está en tu interior. Es tu esencia, tus valores, tus sueños y tus aspiraciones lo que realmente define quién eres. Mantén eso en mente en todo momento.
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