miércoles, 30 de agosto de 2023
PATRONES DE PERSUASIÓN
domingo, 27 de agosto de 2023
HAZ MÁS EN MENOS TIEMPO
En la sociedad actual y el infernal mundo en el que vivimos, el tiempo se ha convertido en un recurso valioso y muy escaso. Con una lista interminable de tareas, responsabilidades y metas que cumplir, muchos nos encontramos luchando para encontrar el equilibrio entre nuestras obligaciones personales y profesionales. Sin embargo, existen estrategias y técnicas que nos permiten aprovechar al máximo nuestro tiempo y hacer más cosas en menos tiempo. Aquí te proporciono algunos consejos prácticos y enfoques eficientes para aumentar tu productividad y alcanzar tus objetivos con éxito.
Establecer metas claras. El primer paso para hacer más cosas en menos tiempo es establecer metas claras y específicas. Al definir con precisión lo que quieres lograr, podrás concentrar tus esfuerzos y evitar perder tiempo en tareas sin rumbo. Divide tus metas en objetivos a largo plazo y objetivos a corto plazo y asegúrate de que sean alcanzables y realistas.
Priorizar tareas. ¿Te es familiar que algo sea “urgente” o “importante? ¿Qué hacer primero? La gestión efectiva del tiempo implica priorizar las tareas según su importancia y urgencia. Utiliza técnicas como la Matriz de Eisenhower, que divide las tareas en 4 categorías: importantes y urgentes, importantes pero no urgentes, urgentes pero no importantes, y ni importantes ni urgentes. Enfócate en las tareas importantes y urgentes, pero no olvides asignar tiempo para aquellas importantes pero no urgentes, ya que a menudo se pasan por alto.
Delegar y automatizar. Aprende a delegar tareas que no requieren tu atención directa o que otras personas pueden hacer igual de bien. Delegar no solo reduce tu carga de trabajo, sino que también permite a otros desarrollar nuevas habilidades. Además, aprovecha la tecnología y las herramientas disponibles para automatizar tareas repetitivas o que consumen mucho tiempo. Esto te liberará para centrarte en actividades más importantes y creativas.
Eliminar distracciones. Las distracciones son ladronas silenciosas de tiempo. Identifica las distracciones comunes en tu entorno y encuentra formas de minimizar su impacto. Apaga las notificaciones de esa “maquina infernal” que es el teléfono o utiliza aplicaciones que bloqueen temporalmente ciertas páginas web o aplicaciones no relacionadas con tu trabajo. Crea un espacio de trabajo libre de desorden y establece límites claros con colegas y familiares para evitar interrupciones innecesarias.
Utilizar técnicas de gestión del tiempo. Existen numerosas técnicas de gestión del tiempo que pueden ayudarte a aumentar tu productividad. Algunas de las más efectivas incluyen:
- Técnica Pomodoro Trabaja en intervalos de tiempo de 25 minutos, seguidos de un breve descanso de 5 minutos. Después de cuatro pomodoros, coge un descanso más largo. Esta técnica promueve la concentración y evita la fatiga mental.
- Gestión del tiempo basada en bloques. Agrupa tareas similares y asigna bloques de tiempo específicos para trabajar en ellas. Esto reduce la transición entre diferentes tipos de tareas y permite un enfoque más concentrado.
- To-Do lists. Utiliza listas de tareas para visualizar y organizar tus actividades diarias. Prioriza las tareas y marca aquellas a medida que las completas. Esto te ayudará a mantenerte enfocado y a tener una visión clara de lo que queda por hacer.
Practicar la disciplina y la autodisciplina. La disciplina y la autodisciplina son fundamentales para hacer más cosas en menos tiempo. Establece horarios y rutinas diarias que te permitan aprovechar al máximo tu tiempo. Aprende a decir "no" a las distracciones y compromisos que no contribuyen a tus metas. Mantén la motivación y la determinación incluso cuando las tareas sean difíciles o tediosas.
Aprovechar los momentos de alta energía y productividad. Todos tenemos momentos del día en los que nos sentimos más enérgicos y productivos. Identifica esos momentos y planifica tareas importantes durante esas horas. Aprovecha tu ritmo natural para maximizar tu eficiencia y lograr resultados de calidad en menos tiempo.
Practicar el enfoque y la concentración. La capacidad de concentrarse en una tarea a la vez es esencial para hacer más cosas en menos tiempo. Evita la multitarea, ya que puede llevarte a una menor productividad y a errores. En lugar de dividir tu atención, concéntrate en una sola tarea a la vez y dale toda tu energía y enfoque. Una vez que hayas completado esa tarea, pasa a la siguiente.
Mantener un equilibrio entre el trabajo y el descanso. Aunque es importante ser productivo, también es crucial cuidar de tu bienestar y salud. El agotamiento y el estrés pueden disminuir tu eficiencia a largo plazo. Asegúrate de programar descansos regulares y tiempo para actividades que te relajen y recarguen. El equilibrio entre el trabajo y el descanso te ayudará a mantener un rendimiento sostenible y a evitar el agotamiento.
Aprender y mejorar continuamente. La mejora continua es clave para hacer más cosas en menos tiempo. Aprende nuevas habilidades y técnicas de gestión del tiempo que se ajusten a tus necesidades y estilo de trabajo. Mantente al tanto de las últimas herramientas y tecnologías que puedan optimizar tu productividad. Analiza tus resultados y busca formas de mejorar tus procesos y eliminar actividades innecesarias o ineficientes.
No, no es imposible. Podemos hacer más cosas en menos tiempo si aplicamos estrategias y enfoques eficientes en nuestra vida diaria. Al establecer metas claras, priorizar tareas, eliminar distracciones, utilizar técnicas de gestión del tiempo, practicar la disciplina y la concentración, aprovechar los momentos de alta energía y equilibrar el trabajo con el descanso, podemos aumentar nuestra productividad y lograr un mayor éxito en nuestras actividades. Recuerda que cada persona es diferente, por lo que es importante encontrar las técnicas y enfoques que funcionen mejor para ti. ¡Aprovecha al máximo tu tiempo y alcanza tus metas!
jueves, 24 de agosto de 2023
EL COACHING CONTRA LA DEPRESIÓN
La depresión es un trastorno mental que afecta a millones de personas en todo el mundo y se caracteriza por sentimientos persistentes de tristeza, pérdida de interés en actividades placenteras, falta de energía y dificultades para concentrarse. Aunque existen diferentes enfoques terapéuticos para tratar la depresión, uno que ha ganado reconocimiento y popularidad en los últimos años es el coaching, que se enfoca en el desarrollo personal y la búsqueda de soluciones y puede desempeñar un papel fundamental en el tratamiento de la depresión al ayudar a las personas a identificar y superar los obstáculos que les impiden llevar una vida plena y satisfactoria.
Enfoque del coaching en el tratamiento de la depresión
Difiere de las terapias tradicionales en varios aspectos. Mientras que la terapia se centra en analizar el pasado y comprender las causas subyacentes de la depresión, el coaching se enfoca en el presente y el futuro, ayudando a la persona a a identificar y superar los patrones de pensamiento negativos y adoptar nuevas perspectivas y comportamientos utilizando técnicas como la reestructuración cognitiva para desafiar las creencias limitantes y fomentar pensamientos más positivos y realistas.
Ejemplo práctico: un cliente puede creer que es un fracaso debido a una experiencia negativa en el trabajo. A través del coaching, el coach podría ayudar al cliente a analizar y cuestionar esa creencia, explorando otras perspectivas y evidencias que contradigan esa idea. El cliente podría descubrir que el fracaso en el trabajo fue solo una experiencia aislada y que tiene muchas otras fortalezas y logros en su vida.
Otro aspecto fundamental del coaching en el tratamiento de la depresión es el establecimiento de metas y acciones concretas. El coach trabaja con el cliente para definir metas realistas y alcanzables y después lo apoya en la creación de un plan de acción detallado. Estas metas pueden estar relacionadas con diferentes aspectos de la vida, como relaciones personales, carrera profesional, salud física y bienestar emocional.
Ejemplo práctico: Un cliente puede tener como meta mejorar su bienestar emocional y encontrar más satisfacción en su vida. El coach podría ayudar al cliente a identificar las áreas específicas en las que le gustaría experimentar cambios como, por ejemplo, establecer relaciones más saludables, encontrar un equilibrio entre el trabajo y la vida personal, y cuidar mejor de su salud física y emocional. Después, el coach trabajaría junto al cliente para establecer acciones concretas como desarrollar habilidades de comunicación, establecer límites saludables, practicar técnicas de manejo del estrés y dedicar tiempo regularmente a actividades placenteras.
La depresión a menudo se caracteriza por una falta de energía y motivación, lo que dificulta el inicio y mantenimiento de cambios positivos. Aquí es donde el coaching puede ser especialmente beneficioso, ya que el coach brinda un apoyo emocional constante y motiva al cliente a seguir adelante, incluso cuando enfrenta desafíos.
Integración con otras formas de tratamiento
Ten en cuenta que el coaching no pretende reemplazar las intervenciones tradicionales para la depresión como la terapia psicológica o el tratamiento farmacológico. Sin embargo, puede complementarlas y brindar un enfoque adicional para abordar los desafíos específicos del cliente. La combinación de terapia y coaching puede ser especialmente poderosa, ya que la terapia puede ayudar a explorar las causas profundas de la depresión, mientras que el coaching se centra en la implementación de cambios prácticos en la vida diaria.
lunes, 21 de agosto de 2023
¿CUÁL ES EL SENTIDO DE LA VIDA?
En 1945, el reconocido psiquiatra Viktor Frankl público su manuscrito “El hombre en busca de sentido” para describir, comprender y analizar la complejidad del “sentido existencial”. Según Frankl, el sentido de la vida es “vivir con decisión”, es decir, es la elección de querer lograr o alcanzar algo, superar los desafíos de la vida y persistir por todo lo que anhelamos, por más mínimo que sea, esto impulsará al individuo a luchar por algo. Además, Frankl también resalta que hay algo que jamás se le podrá arrebatar al hombre: la “libertad humana”. Por lo tanto, el sentido de la vida es una decisión “personal” que se configura junto con las circunstancias que vive el sujeto para elegir su camino existencial.
Es por esto, que el sentido de la vida es la capacidad de encontrar un “propósito” que nos motive y ayude a resistir frente al sufrimiento y los desafíos inherentes a la naturaleza humana. Frankl sugiere que para sobrellevar el sufrimiento humano y estipular nuestros propósitos de vida, lo primero que debemos hacer es aceptar lo que nos “tocó” vivir, que no se puede cambiar las circunstancias y por ello no hay nada por hacer.
Aclararé que Frankl no está sugiriendo una visión pesimista y negativista. Todo lo contrario: el propio autor sugiere tener una actitud proactiva, en la cual tengamos la capacidad de “aceptar” nuestra realidad. Es decir, cambiar nuestra manera de ver el mundo por uno más esperanzador y positivo. Pero, hay algo más fundamental que sugiere el autor: “el sentido de la vida se siente” debido a que nuestras necesidades, nuestras metas, nuestras motivaciones, nuestros sentimientos u otros elementos existenciales solo lo sabemos nosotros y por lo tanto el único que posee el conocimiento preciso y claro es el individuo.
Ref: Frankl, V (1991). El hombre en busca de sentido. Barcelona, Editorial: Herder.
viernes, 18 de agosto de 2023
LAS 4 LEYES ESPIRITUALES
martes, 15 de agosto de 2023
LENGUAJE CORPORAL: TRUCOS PARA SENTIRTE SEGURO/A
El lenguaje corporal es una forma importante de comunicación no verbal que puede tener un gran impacto en cómo nos percibimos a nosotros mismos y cómo los demás nos perciben. El uso consciente de trucos de lenguaje corporal puede ayudarnos a sentirnos más seguros y confiados en situaciones sociales y profesionales. Aquí verás algunos trucos efectivos para sentirse más seguro/a de uno mismo.
Mantén una postura erguida: es una forma efectiva de transmitir confianza y autoridad. Mantén los hombros hacia atrás y la cabeza en alto, lo que te ayudará a sentirte más seguro. Además, una postura erguida también puede mejorar la respiración y la circulación sanguínea, lo que puede reducir el estrés y aumentar la energía.
Hacer contacto visual: es una forma efectiva de comunicar confianza y sinceridad. Mantener el contacto visual durante una conversación puede ayudarte a establecer una conexión más profunda con la otra persona y a transmitir confianza en ti mismo. Recuerda no caer en un error muy común: no mirar fijamente a la otra persona, ya que esto puede ser percibido como intimidante o agresivo.
Sonríe: una sonrisa cálida y amistosa puede ayudarte a sentirte más seguro y atractivo. Las sonrisas también son contagiosas, lo que significa que pueden ayudar a establecer una conexión más positiva con los demás. Además, sonreír también puede reducir el estrés y aumentar la sensación de felicidad y bienestar.
Usa gestos amplios: pueden ayudar a transmitir energía y entusiasmo, lo que puede mejorar la percepción de los demás sobre ti. Los gestos amplios también pueden ayudarte a sentirte más seguro y en control de la situación. Tampoco exageres los gestos, ya que esto puede ser percibido como inseguridad o nerviosismo.
Usa un tono de voz claro y firme: el tono de voz que utilizas también puede tener un gran impacto en cómo te percibe la otra persona. Un tono de voz claro y firme puede comunicar confianza y autoridad, mientras que un tono de voz vacilante o inseguro puede ser percibido como falta de confianza. Practica hablar en un tono de voz claro y firme para transmitir confianza y autoridad.
Adopta una postura abierta: me refiero a mantener las manos en los costados o en el regazo, ya que ayuda a transmitir confianza y tranquilidad. Una postura cerrada, como cruzar los brazos o las piernas, puede ser percibida como defensiva o insegura. Mantén una postura abierta para transmitir confianza y receptividad.
Usa el espacio a tu alrededor: hacerlo también puede tener un impacto en cómo te percibe la otra persona. Por ejemplo, si estás en una reunión o presentación, caminar alrededor del escenario o moverte por la habitación puede ayudarte a transmitir energía y autoridad (recuerda que un buen conferenciante o un profesor impartiendo un curso lo harán). Si estás en una conversación uno a uno, asegúrate de no invadir el espacio personal de la otra persona, pero mantén una distancia cómoda que te permita usar tus gestos y expresiones faciales de manera efectiva.
El uso consciente de trucos de lenguaje corporal efectivos puede ayudarnos a sentirnos más seguros y confiados en situaciones sociales y profesionales. Recuerda: mantén una postura erguida, haz contacto visual, sonríe, usa gestos amplios, habla en un tono de voz claro y firme, adopta una postura abierta y usa el espacio a tu alrededor para transmitir confianza y autoridad. Con práctica y atención consciente, conseguirás mejorar tu lenguaje corporal y sentirte más seguro y empoderado en cualquier situación.
sábado, 12 de agosto de 2023
TÉCNICAS PARA INICIAR UNA CONVERSACIÓN
Las conversaciones son una parte integral de nuestra vida diaria y pueden ayudarnos a conectarnos con otros, a aprender cosas nuevas y a establecer relaciones significativas. Sin embargo, para algunas personas, como las tímidas, introvertidas o reservadas, iniciar y mantener una conversación puede ser una tarea difícil. Aquí te expongo algunas técnicas útiles para conseguirlo.
Haz una pregunta abierta: una buena manera de iniciar una conversación es haciendo una pregunta abierta. Una pregunta abierta permite que la otra persona responda con más que una simple respuesta de "sí" o "no", lo que puede ayudar a iniciar una conversación más larga y significativa. Por ejemplo, en lugar de preguntar "¿Te gusta el café?", se podría preguntar "¿Cuál es tu café favorito y por qué?"
Escucha activamente: hacerlo es fundamental para mantener una conversación efectiva. Esto significa prestar atención a lo que la otra persona está diciendo, haciendo preguntas de seguimiento y respondiendo con interés y empatía. Evita distraerte con tu teléfono móvil u otros estímulos externos mientras hablas con alguien.
Haz preguntas de seguimiento: antes lo he mencionado, ya que permiten profundizar en la conversación y mostrar interés en lo que la otra persona está diciendo. Por ejemplo, si alguien menciona que acaba de regresar de un viaje de vacaciones, en vez de simplemente decir "¡Qué bien!", se podría preguntar "¿a dónde fuiste?"
Comparte tus intereses: puede ayudar a establecer puntos en común con la otra persona y mantener la conversación en marcha. Esto no significa que monopolices la conversación, sino compartir tus propias experiencias y escuchar las de la otra persona. Por ejemplo, si te gusta la música, podrías preguntarle a la otra persona qué tipo de música le gusta y compartir tus propios grupos o artistas favoritos.
Habla de temas neutrales: si no estás seguro de qué hablar, es mejor mantener la conversación en temas neutrales como el tiempo, los deportes o la comida. Estos temas suelen ser seguros y no controvertidos, lo que ayuda a mantener una conversación fluida.
Usa lenguaje corporal positivo: puede ser tan importante como las palabras que usas. Me refiero a sonreír, hacer contacto visual y asentir con la cabeza, para mostrar que estás interesado en la conversación. Esto puede ayudar a establecer una conexión y a mantener la conversación en marcha.
Sé auténtico: no te preocupes demasiado por ser perfecto o parecer interesante. Sé tú tal como eres y habla desde el corazón. Las personas suelen conectarse mejor con personas genuinas y auténticas y es más probable que se sientan cómodas compartiendo sus propias experiencias y pensamientos.
Sé consciente de los tiempos de pausa: los tiempos de pausa son naturales en cualquier conversación, y no siempre son una señal de que la otra persona no esté interesada. Permítete pausas naturales y no te preocupes demasiado si hay un momento de silencio. Si la otra persona no responde, puedes hacer una pregunta abierta para reanudar la conversación.
Evita temas controvertidos: a menos que estés en un entorno en el que se discutan temas controvertidos, es mejor evitar hablar de temas polémicos, como la política o la religión. Estos temas pueden fácilmente llevar a una confrontación y arruinar una conversación.
Termina la conversación de manera amistosa: cuando es hora de terminar la conversación, hazlo de manera amistosa. Agradece a la otra persona por su tiempo y hazle saber has disfrutado la conversación. Esto puede ayudar a establecer una conexión positiva y un deseo de volver a hablar en el futuro.
Como ves, iniciar y mantener una conversación puede parecer desafiante, pero con práctica y algunas técnicas útiles, puede ser una experiencia gratificante y significativa. Recuerda ser auténtico, ser tú tal cual, escuchar activamente y hacer preguntas de seguimiento, evitando temas controvertidos. Con el tiempo, podrás establecer conexiones significativas con los demás y disfrutar de conversaciones más fluidas y significativas.
miércoles, 9 de agosto de 2023
10 COSAS QUE PROVOCA LA DEPRESIÓN
La depresión es un trastorno mental que puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, género, estatus social o raza. Es una condición que puede llevar a la persona que la padece a sentir tristeza, desesperanza, falta de interés en las actividades cotidianas, fatiga, cambios en el apetito y el sueño, entre otros síntomas. Además, también puede influir en el comportamiento de las personas, llevándolas a hacer cosas que pueden empeorar su condición o afectar a las personas que las rodean. En este artículo, exploraremos las 10 cosas que la depresión puede hacernos hacer.
Aislamiento social: una de las cosas más comunes que la depresión nos hace hacer es aislarnos socialmente. Las personas que padecen depresión pueden sentir que no tienen la energía ni la motivación para socializar, lo que puede llevarlas a evitar a amigos y familiares. El aislamiento social puede empeorar los síntomas de la depresión, ya que puede aumentar la sensación de soledad y aislamiento.
Descuido personal: puede hacer que las personas descuiden su higiene personal, su apariencia y su salud en general. Pueden sentir que no tienen la energía para cuidar de sí mismas, lo que puede llevarlas a no bañarse, no lavarse los dientes o no comer alimentos saludables. Este descuido puede agravar los síntomas de la depresión, ya que puede afectar la autoestima y la confianza en uno mismo.
Abuso de sustancias: puede llevar a las personas a abusar de sustancias como el alcohol o las drogas para aliviar los síntomas de la depresión. Aunque éstas pueden proporcionar un alivio temporal, a largo plazo pueden empeorar los síntomas de la depresión y llevar a problemas de adicción.
Comportamiento impulsivo: la depresión puede hacer que las personas tomen decisiones impulsivas, como gastar dinero en exceso, tener relaciones sexuales sin protección o hacer compras impulsivas. Estas decisiones pueden tener consecuencias a largo plazo y empeorar los síntomas de la depresión.
Pérdida de interés en la vida: también puede provocar que las personas pierdan interés en las actividades que antes disfrutaban, como puede ser pasar tiempo con amigos y familiares, hacer ejercicio o participar en hobbies. La pérdida de interés en la vida puede empeorar los síntomas de la depresión y llevar a una sensación de desesperanza y desesperación.
Tendencias suicidas: en casos muy graves, puede llegar a este caso extremo: intentar quitarse la vida para dejar de sufrir. Es importante buscar ayuda profesional si se tienen este tipo de pensamientos.
Problemas de sueño: puede afectar el sueño de las personas de varias formar, como dificultad para conciliar el sueño, despertarse temprano o dormir demasiado. Los problemas de sueño pueden empeorar los síntomas de la depresión y afectar la salud en general.
Problemas de concentración: afecta a la capacidad de las personas para concentrarse en tareas simples, como leer un libro o seguir una conversación. Los problemas de concentración pueden afectar la capacidad de las personas para realizar tareas cotidianas y empeorar los síntomas de la depresión.
Cambios en el apetito: haciendo que se coma en exceso o que se pierda el apetito por completo, afectando a la salud en general y empeorando los síntomas de la depresión.
Dificultad para tomar decisiones: llegando a que las personas tengan dificultades para tomar decisiones, incluso en situaciones simples. Este problema puede afectar la capacidad para realizar tareas cotidianas y empeorar los síntomas de la depresión.
Estos son los síntomas más habituales, por lo que es importante buscar ayuda profesional de un coach o un médico si se experimenta alguno de estos síntomas, ya que la depresión es tratable y puede ser manejada con éxito con el tratamiento adecuado.
domingo, 6 de agosto de 2023
TRAMPAS PSICOLÓGICAS
jueves, 3 de agosto de 2023
MÉTODO DE LOS 20 SEGUNDOS
Seiiti Arata es un autor, conferencista y consultor brasileño especializado en temas como la productividad, la gestión del tiempo, la inteligencia emocional y el desarrollo personal, además de fundador de su propia academia (Arata Academy). Es conocido por sus libros, cursos y charlas en línea, que abordan estos temas desde una perspectiva práctica y accesible. Arata ha publicado varios libros en Brasil, entre otros "Faça Acontecer" y "Zen para Distraídos", y ha sido invitado a dar conferencias en empresas y eventos en todo el mundo ofreciendo recursos y herramientas para mejorar la productividad y el bienestar personal y profesional.
Pero centrándonos en lo que nos ocupa, la regla de los 20 segundos es un concepto desarrollado por él, basándose en la idea de que las personas son más propensas a realizar una tarea si esta solo requiere 20 segundos de su tiempo. Se aplica a una amplia gama de tareas, desde hábitos saludables como hacer ejercicio o comer una comida saludable hasta tareas más difíciles como estudiar o trabajar en un proyecto importante. La idea detrás de esta regla es que si una tarea parece fácil y solo requiere 20 segundos de nuestro tiempo, entonces es más probable que la hagamos.
Por ejemplo, si quieres empezar a hacer ejercicio todos los días pero sientes que no tienes tiempo para ir al gimnasio, puedes aplicar la regla de los 20 segundos. Piensa en un ejercicio que puedas hacer en 20 segundos, como hacer sentadillas o hacer flexiones. Luego, coloca tu calzado deportivo cerca de la puerta de tu casa y haz el ejercicio en cuestión justo antes de salir de ella. Después de 20 segundos, te sentirás mejor y más motivado/a a seguir haciendo ejercicio durante el resto del día.
También se puede aplicar a tareas más complicadas. Por ejemplo, si tienes un proyecto importante para trabajar pero sientes que no tienes la energía o la motivación para hacerlo, puedes aplicar este método. Piensa en una tarea pequeña relacionada con el proyecto que puedas hacer en 20 segundos, como puede ser escribir una página o leer un capítulo. Después, haz esa tarea y verás cómo te sientes más motivado/a para continuar trabajando en el proyecto.
También puede ayudarnos a establecer nuevos hábitos. Cuando hacemos una tarea pequeña pero consistente, como hacer ejercicio o trabajar en un proyecto, día tras día, es más probable que se convierta en un hábito y sea parte de nuestra rutina diaria. La idea detrás de esta regla es que si una tarea parece fácil y solo requiere 20 segundos de nuestro tiempo, entonces es más probable que la hagamos. Al hacer una tarea pequeña pero consistente, podemos construir nuestra motivación y mejorar nuestra capacidad de cumplir con nuestras metas.