La figura de Albert Einstein es ampliamente reconocida por su genialidad en el ámbito de la física y sus revolucionarias contribuciones como la teoría de la relatividad. Sin embargo, el físico alemán, una de las grandes mentes del siglo XX, dejó por escrito su “Teoría de la Felicidad” a modo de propina, concretamente en dos manuscritos que salieron a subasta en 2017.
La historia se remonta a 1922, cuando Albert Einstein se encontraba de gira en Japón impartiendo conferencias y divulgando sus ideas científicas. En ese momento, ya era conocido como ganador del Premio Nobel de Física pero no pudo asistir a la ceremonia de entrega en Estocolmo. Durante su estancia en el Hotel Imperial de Tokio, un cartero acudió al físico para entregarle un mensaje. Las circunstancias exactas varían según las fuentes pero según el relato, Einstein quiso agradecer al cartero por su servicio, ya sea porque el mensajero declinó una propina económica o porque el físico no tenía monedas en ese momento. En vez de ello, decidió entregarle dos manuscritos como muestra de gratitud, consciente de que algún día tendrían un valor especial. Los dos manuscritos, firmados por Einstein, contenían mensajes relacionados con la felicidad. Uno de ellos era una fórmula más detallada sobre cómo alcanzarla, escrita en alemán y estampada en una hoja con el logotipo del Hotel Imperial. El otro manuscrito era más conciso y se componía simplemente de la frase "Cuando hay voluntad, hay camino", escrita en un papel en blanco.
A lo largo de los años estos manuscritos se mantuvieron en posesión del heredero del cartero japonés, quien ha decidido mantener el anonimato. Según el relato transmitido, Einstein le dijo al mensajero que guardara los manuscritos, sugiriendo que algún día podrían tener un valor más significativo que una simple propina. Y como digo, estos documentos únicos fueron puestos a subasta en 2017 por la casa Winner's Auctions de Jerusalén.
Según las frases atribuidas a Albert Einstein en los manuscritos, su visión de la felicidad se basaba en una vida modesta, la calma y el desapego hacia la obsesión por el éxito material. Estos principios se alinean con otras citas célebres del científico, como la recogida por Ernst Straus en el libro "Einstein: A Centenary Volume": "Si quieres vivir una vida feliz, vincúlala a un objetivo, no a personas o a objetos". Para Einstein, la riqueza material y la acumulación de bienes no eran factores que contribuyeran verdaderamente a la felicidad, sino que afirmaba que las cosas más simples de la vida podían brindar un gran placer.
A pesar de que la autenticidad de estos manuscritos no deja de estar en tela de juicio, la idea de que una de las mentes más brillantes del siglo XX haya dejado por escrito una "Teoría de la Felicidad" ha capturado la imaginación y el interés de muchas personas. La posibilidad de acceder a los pensamientos y reflexiones personales de una figura tan influyente ha generado un debate acerca de cómo la genialidad científica de Einstein podría haber influido en su perspectiva sobre la felicidad y la vida en general.
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