"Nada más nacer, la enfermera me hizo caer desde un metro de altura. He sufrido toda mi vida. En la escuela yo era diferente: los demás eran rubios, de ojos claros y nariz fina. Yo moreno, con nariz grande. Hablé de manera diferente a ellos, me moví de manera diferente a ellos. Los padres de mis compañeros de clase solicitaron que me expulsaran del equipo. Siempre me han odiado. Y al principio reaccioné mal: con aislamiento.
Aprendí a transformar el sufrimiento, e incluso el odio, en fuerza. Si soy feliz, juego bien. Pero si estoy enfadado, herido, con dolor, juego mejor. De un escenario que me ama, saco energía. Pero de una etapa que me odia, saco mucho más".
Zlatan Ibrahimovic, ex futbolista.
En realidad, sobran comentarios. Está todo dicho.
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