lunes, 10 de junio de 2024

BRUCE NAUMAN: "GOOD BOY, BAD BOY"

 

Bruce Nauman nació el 6 de diciembre de 1941 en Fort Wayne (Indiana, Estados Unidos) y desde una edad temprana mostró un interés en el arte y la creatividad, siendo alentado por sus padres debido a su talento. Estudió matemáticas y física en la Universidad de Wisconsin-Madison antes de decidir dedicarse al arte. En 1966, obtuvo su MFA en la Universidad de California, Davis, donde estudió con artistas influyentes como Wayne Thiebaud y Robert Arneson.

La obra de Nauman es notoria por su diversidad y su disposición a desafiar las convenciones artísticas. Su enfoque único hacia el arte se caracteriza por la experimentación constante y una profunda exploración de temas relacionados con la identidad, el lenguaje, el cuerpo y la comunicación. A lo largo de su carrera, ha recibido numerosos premios y reconocimientos, incluyendo la Medalla Presidencial de la Libertad en 2009 y el Premio León de Oro en la Bienal de Venecia en 1999.

"Good Boy Bad Boy"

Es una instalación que Nauman creó en 1985 y es parte de una serie de obras en las que el artista examina la dualidad de la naturaleza humana. La instalación se compone de dos proyecciones de video separadas, cada una mostrando a un hombre en acción. La representación de estos dos personajes, el "buen chico" y el "chico malo," es en sí misma una exploración de las complejidades de la psicología humana.

En una de las proyecciones vemos a un hombre realizando actos considerados socialmente aceptables y virtuosos como ayudar a los demás, sonreír y actuar con amabilidad. En contraste, en la otra proyección, el mismo hombre se involucra en comportamientos socialmente inapropiados y moralmente cuestionables como robar, mentir y actuar de manera agresiva. La alternancia entre estos dos comportamientos es repetitiva y cada proyección muestra al hombre cambiando su papel de "buen chico" a "chico malo" y viceversa.

Bruce Nauman contrató a estos dos actores profesionales, Joan Lancaster y Tucker Smalwood (verdaderamente persuasivos, por cierto) para esta obra. Cada uno de ellos se presenta en un monitor a la altura de nuestros ojos: uno es un joven de piel oscura y el otro es una mujer mayor de tez blanca. Ambos comienzan a dialogar y expresan las mismas cien frases, que son la repetición de las conjugaciones del verbo ser/estar relacionadas con los conceptos de buen chico: "soy un chico bueno. tú eres un chico bueno. somos chicos buenos...", y después hacen lo mismo con "chica buena", "chico malo", "chica mala", y así sucesivamente. Luego, la narración se torna cada vez más extraña, inicialmente de manera neutral y monótona, pero poco a poco se vuelven más irritados, hasta llegar al punto del enfado.

Acto seguido, el ciclo se reinicia.

Debido a que cada actor tiene su propio ritmo, el joven y la mujer comienzan a desincronizarse gradualmente, creando dos realidades completamente distintas en cada pantalla, a pesar de que siguen recitando las mismas frases.

La obra desafía al espectador a considerar la naturaleza dual de la humanidad y cómo las personas a menudo oscilan entre ser "buenas" y "malas" en función de las circunstancias y sus propias motivaciones. Nauman utiliza la repetición y la simplicidad de la instalación para resaltar la ambigüedad y la fluidez de la moralidad humana. A través de "Good Boy Bad Boy," cuestiona la naturaleza de los juicios de valor y sugiere que las categorías de "bueno" y "malo" son más complejas de lo que a menudo se perciben.

La obra en conjunto de Bruce Nauman ha tenido un impacto significativo en el mundo del arte contemporáneo. Su enfoque multidisciplinario y su voluntad de cuestionar las normas han inspirado a generaciones de artistas jóvenes a explorar nuevas formas de expresión artística y a desafiar las concepciones convencionales del arte. También ha influido en la discusión académica y filosófica sobre la naturaleza de la identidad y la moralidad. Su obra ha sido objeto de numerosos análisis y críticas, y ha contribuido al desarrollo de teorías en torno a la percepción, la representación y la relación entre el arte y la sociedad. 

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