lunes, 15 de enero de 2024

EL TREN DE LA VIDA

 

Nuestra vida se asemeja a un viaje en tren con sus estaciones, sus cambios de vías, sus averías, accidentes,etc.

Al nacer subimos al tren de la vida y nos encontramos con nuestros padres y creemos que siempre viajaran a nuestro lado dándonos su cobijo y amor irreemplazable, pero por ley de vida, en alguna estación, uno antes otro después, ellos se bajaran para siempre dejándonos solos en el viaje. De la misma forma se subirán otros seres, que serán muy significativos en nuestro viaje: Nuestros hermanos, amigos, nuestra pareja, hijos y algunas mascotas que marcarán nuestro corazón. Muchos bajarán porque cambiarán de tren o porque terminen su viaje para siempre dejando un vacío profundo y permanente en nosotros. Otros pasarán tan desapercibidos en el viaje, que ni nos daremos cuenta cuando dejen libres sus asientos. Otros nos harán tanto daño que desearemos que cambiasen de vagón para no verles nunca más.

En este viaje, muchos “viajan por viajar” porque están en el tren. Otros pesimistas no le encontrarán sentido a este viaje pero otros serán felices de estar en el tren y serán de gran ayuda y beneficio a todos los pasajeros que estén con ellos. Este viaje estará lleno de alegrías, tristezas, fantasías, desafíos, encuentros y despedidas. El ser humano de buen corazón o una persona abierta a lo espiritual, sana y equilibrada tendrá una buena relación con todos los pasajeros y será de gran felicidad para todos. La felicidad consiste en dar lo mejor de nosotros, hagamos lo que hagamos y en no dejarnos atrapar y fanatizar con las ansias del poder y del dinero haciendo locuras sin escrúpulos por conseguirlos. Esta locura por dominar, por tener poder y dinero no tienen sentido porque la realidad de este viaje es que no será eterno, además no sabemos en que estación bajaremos nosotros o nuestros mejores amigos, por eso, lo más sabio y sano es vivir sabiendo amar, perdonar, comprender y ofrecer lo mejor de nosotros. Así, cuando llegue el momento de desembarcar y quede nuestro asiento vacío, dejemos un buen ejemplo de vida y un recuerdo inolvidable a los que continúan viajando en el tren de la vida, sean nuestros hijos, nuestra familia, amigos, clientes, compañeros de trabajo…. El mejor equipaje que podemos dejarles a los que quedan, serán los beneficios humanos y morales que dejemos en el tren. 

Adaptación de Conrado Grandville

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