En el mundo laboral moderno, la presión por destacarse y ser siempre productivo/a puede empujar a muchos a un estado de exigencia personal excesiva, que se llama "sisifemia". Este término, inspirado en el mito griego de Sísifo, refleja la frustración y la futilidad de un esfuerzo incesante que nunca satisface, sea por expectativas irreales de uno mismo o por demandas externas. La sisifemia puede llegar a ser un trastorno laboral serio, donde la persona se siente constantemente insatisfecha con su desempeño, sin importar el éxito obtenido.
Se caracteriza por una autoexigencia extrema en el trabajo, donde el individuo persigue la perfección en cada tarea y proyecto. Esta condición se manifiesta en una constante insatisfacción personal, estrés crónico y, a menudo, un deterioro en la salud mental y física. A diferencia del simple perfeccionismo, la sisifemia es una lucha interminable y exhaustiva por cumplir con expectativas muchas veces inalcanzables, que rara vez ofrece momentos de satisfacción o reconocimiento de los logros alcanzados.
SÍNTOMAS
-- Ansiedad constante por el rendimiento y los plazos.
-- Insatisfacción crónica con el trabajo realizado, independientemente de la calidad o el reconocimiento recibido.
-- Miedo al fracaso que paraliza o impulsa a una dedicación poco saludable
-- Agotamiento emocional y físico, con frecuencia manifestándose como estrés.
-- Negligencia en otras áreas de la vida como las relaciones personales o la salud y el ocio.
CAUSAS SUBYACENTES
-- Expectativas culturales y sociales que valoran el éxito y la productividad por encima del bienestar.
-- Entornos laborales competitivos donde se recompensa el rendimiento extremo.
-- Historial personal de perfeccionismo o experiencias previas de recompensa exclusiva por logros destacados.
-- Inseguridades personales que llevan a una persona a buscar validación constante a través del trabajo.
ESTRATEGIAS PARA SUPERARLO
El primer paso es reconocer su presencia y entender cómo afecta tu vida. Aceptar que este nivel de autoexigencia es insostenible y dañino es clave para iniciar el cambio. Reevalúa tus metas laborales y personales para asegurarte de que sean alcanzables y medibles. Define claramente qué significa el éxito para ti y asegúrate de que tus objetivos reflejen tus verdaderos valores y capacidades, no solo tus ideales de perfección. Incorpora prácticas de autocuidado en tu rutina diaria. Esto puede incluir ejercicio regular, técnicas de relajación como la meditación o el yoga y asegurarte de tener suficiente tiempo para el ocio y la socialización. Aprender a delegar puede ser crucial. Reconoce que no necesitas manejarlo todo solo/a y que delegar tareas puede permitirte enfocarte en lo que realmente importa, reduciendo la carga y el estrés. Considera buscar la ayuda de un psicólogo o terapeuta, especialmente si la sisifemia está afectando significativamente tu calidad de vida. Un profesional puede ofrecerte estrategias personalizadas para gestionar tu perfeccionismo y ayudarte a desarrollar una relación más saludable con el trabajo.
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