Tomar decisiones es una parte esencial de la vida diaria, lo sabemos..., desde las decisiones triviales como qué comer para el almuerzo hasta las importantes como elegir una carrera profesional. Con todo y más frecuentemente de lo que parece, no somos conscientes de que nuestro cerebro no siempre actúa de manera racional o lógica. Los sesgos cognitivos, las emociones y diversas influencias externas pueden manipular nuestro proceso de toma de decisiones.¿Cómo es esto?
SESGOS COGNITIVOS
Son patrones de desviación del juicio que ocurren en situaciones específicas. Son sistemáticos y predecibles y suelen llevarnos a cometer errores en nuestras decisiones.
Sesgo de confirmación
Es la tendencia a buscar, interpretar y recordar información de una forma que confirme nuestras creencias preexistentes. Esto nos lleva a ignorar o minimizar la información contradictoria. Por ejemplo, si alguien cree que los estereotipos son ciertos, buscará alguna evidencia que respalde esta creencia y desestimará la que la contradiga.
Sesgo de disponibilidad
Se refiere a la tendencia a sobrestimar la probabilidad de eventos basados en la facilidad con la que podemos recordar ejemplos de esos eventos. Como en el anterior artículo y los siguientes, lo mejor es hacerlo con ejemplos para lo que entendáis perfectamente. Bien, después de ver noticias sobre accidentes aéreos, una persona puede sobrestimar la probabilidad de sufrir un accidente de avión, aunque estadísticamente sea más seguro volar que conducir.
Efecto anclaje
Ocurre cuando dependemos demasiado de la primera información que recibimos (el "ancla") al tomar decisiones. Si en un concesionario de coches nos dicen que uno en particular cuesta 20.000 euros y después nos ofrecen un descuento de hasta 18.000 euros, podríamos percibirlo como una buena oferta, aunque el precio inicial fuera arbitrario.
EMOCIONES Y TOMA DE DECISIONES
Aversión a la pérdida
Es un fenómeno en el cual las personas tienden a preferir evitar pérdidas más que obtener ganancias equivalentes. Por ejemplo, la angustia de perder 50 euros es mayor que la alegría de ganar 50 euros. Esto puede llevarnos a tomar decisiones conservadoras y a evitar riesgos incluso cuando las probabilidades están a nuestro favor.
Teoría del prospecto
Propuesta por Daniel Kahneman y Amos Tversky, la teoría del prospecto (que dio lugar a la llamada "economía conductual") describe cómo las personas eligen entre opciones que implican riesgo, donde las probabilidades de resultados son inciertas. Según esta teoría, las personas valoran más las ganancias y pérdidas percibidas que los resultados finales. Esto explica por qué podemos tomar decisiones que parecen irracionales como, por ejemplo, vender acciones ganadoras demasiado pronto y mantener acciones perdedoras por mucho tiempo.
INFLUENCIAS SOCIALES
Efecto de la manada
Es la tendencia de las personas a seguir las acciones o comportamientos de un grupo más grande. Este efecto puede observarse en contextos tan diversos como el mercado de valores y las redes sociales. Por ejemplo, si vemos que muchas personas compran un determinado producto, es más probable que lo compremos también, independientemente de nuestra evaluación personal.
Conformidad
La conformidad se refiere al cambio de comportamiento o creencias para alinearse con los de un grupo. El famoso experimento de conformidad de Asch mostró que las personas a menudo ceden a la presión de grupo incluso cuando saben que el grupo está equivocado. Esto puede llevarnos a tomar decisiones contrarias a nuestros mejores intereses.
EL PAPEL DE LA INFORMACIÓN
Sobrecarga de información
Ocurre cuando recibimos más información de la que podemos procesar. Esto puede llevar a una toma de decisiones menos efectiva. En vez de analizar toda la información disponible, tendemos a simplificar el proceso utilizando heurísticas o reglas generales, lo que puede conducir a errores.
Efecto del encabezamiento
Se refiere a cómo la forma en que se presenta la información puede influir en nuestras decisiones. Por ejemplo, es más probable que una persona opte por una cirugía si se le dice que tiene un 90% de éxito en vez de un 10% de fracaso, aunque la información sea esencialmente la misma.
ESTRATEGIAS PARA MEJORAR LA TOMA DE DECISIONES
Conciencia de sesgos
Ser consciente de los sesgos cognitivos puede ayudarnos a mitigarlos. Al reconocer cuándo y cómo ocurren estos sesgos, podemos tomar medidas para corregir nuestro pensamiento.
Toma de decisiones basada en datos
Utilizar datos y análisis en vez de la intuición puede mejorar significativamente nuestras decisiones. Herramientas y técnicas analíticas, como el análisis costo-beneficio, pueden ayudarnos a evaluar opciones de manera más objetiva.
Consulta con otros
Buscar la opinión de otros, especialmente de aquellos con diferentes perspectivas y experiencias, puede proporcionar una visión más completa y equilibrada de la situación, lo que nos ayudará a identificar y corregir nuestros propios sesgos.
Reflexión y tiempo
Tomarse el tiempo para reflexionar sobre una decisión, en vez de actuar impulsivamente, puede conducir a mejores resultados. La reflexión permite considerar diferentes aspectos y posibles consecuencias de una decisión.
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