Por estos pequeños trozos de papel, se rompen lazos familiares.
Por estos insignificantes pedazos de papel, se desvanecen amistades.
Por estos simples papeles, se desmoronan matrimonios.
Por estos efímeros billetes, las personas cambian su esencia.
Por estos fríos papeles, se traiciona la confianza.
Por estos simples fragmentos de papel, se somete a la humillación.
Por estos insignificantes papeles, se arriesga la propia vida y la lista sigue, interminable...
Estos pedazos de papel, aparentemente ostentan el mayor valor para algunos. Pero, ¿qué valor real tienen? Puedes adquirir una lujosa cama pero jamás comprarás los sueños que en ella nacen. Puedes poseer un costoso reloj pero nunca tendrás el poder de detener el implacable paso del tiempo. Puedes acumular innumerables libros que, sin embargo, no garantizarán la sabiduría que anhelas. Puedes sucumbir a tus más oscuros vicios pero nunca podrán reemplazar la invaluable riqueza de la salud. Puedes tener acceso a medicamentos pero no siempre devolverán la vitalidad perdida. Puedes obsequiar un hermoso ramo de rosas pero el amor verdadero no puede ser comprado. Puedes poseer la moto más cara y veloz pero la verdadera libertad es más que una posesión material.
De corazón deseo que llegue el día en que comprendamos que las cosas más preciosas no pueden ser compradas ni vendidas, que su valor trasciende cualquier moneda y que, al final del camino, son esas cosas las que realmente dan sentido a nuestra existencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario