Muchos autores han
explicado, de diferentes formas, que cada persona es creadora de su
propia realidad. Durante años hemos estado buscando que las
soluciones vengan de afuera o de otras personas. ¡Si tu realidad no
te gusta, el único que puede cambiarla eres tú mismo!
Si, por ejemplo,
estás en un proceso de búsqueda de empleo y te sientes inquieto,
preocupado y eso no te gusta, te invito a explorar tu conversación
interna: eso que dices en tu mente todos los días de forma
automática y que genera una sensación de inquietud y preocupación. Debes
identificar la conversación interna que genera en ti
inquietud y preocupación.
Pongamos un ejemplo:
Durante varios meses Gabriela ha estado buscando trabajo. Se apuntaba a todo empleo que veía posible. Conseguía algunas entrevistas, pero ninguna con resultados positivos. Pasaba su tiempo culpando al exterior. Evidentemente, se encontraba inquieta, preocupada y de mal humor. Sin darse cuenta, estos pensamientos negativos se traducían en una actitud negativa que reflejaba en sus entrevistas y en la forma de dirigirse a la gente. Si Gabriela hubiese desarrollado la autoobservación se habría dado cuenta de que esto la alejaba de obtener los empleos, habría cambiado su actitud y ahora tendría el empleo que tanto anhelaba. ¿Te ha ocurrido algo parecido? Lo que le ocurría a Gabriela nos pasa a muchos de nosotros: creemos que lo que pensamos es 100% correcto; creemos que tenemos la verdad absoluta, pero esto no es así.
Te pondré otros 2 ejemplos con el que ya entenderás esto perfectamente:
El caso de Rosario
Rosario se encontraba en un proceso de búsqueda de empleo. Cada vez que se sentaba frente al ordenador para ver las ofertas, su mente comenzaba a pensar: “Si no encuentro trabajo rápido no podré pagar el alquiler. Me cortarán el agua y la luz y entonces no tendré con qué bañarme. Voy a enfermar porque si no me baño, no tendré higiene ni con qué pagar siquiera el médico”. Después de un par de horas terminaba con dolor de cabeza, sin haberse podido concentrar en la búsqueda y con una sensación de intranquilidad mayor a la que tenía cuando se sentó frente al ordenador.
El caso de Jorge
Jorge tenía que hacer una llamada para dar seguimiento al envío de su currículum a una oferta de trabajo, pero se sentía muy inquieto recordando lo que le había pasado la última vez, ya que la persona que en esa ocasión lo atendió, le dijo de una forma muy desagradable que su experiencia no era precisamente lo que requerían para el puesto y que, por lo tanto, habían elegido a otro candidato. Recordar esa experiencia lo hacía sentir inseguro; pensaba que le volverían a decir lo mismo.
Rosario y Jorge creían absolutamente todo lo que
estaban pensando, lo cual no era real. Veamos por qué:
Pensamientos
de Rosario:
“Si no encuentro trabajo rápido no podré
pagar la renta. Me cortarán el agua y la luz”.
Observa
cómo Rosario está imaginando una situación que no es verdadera en
el momento presente. Es sólo una posibilidad, tan posible como
pensar: “Sí que encontraré trabajo y podré pagar el
alquiler”; o bien: “Pronto estaré trabajando”.
¡Todas estas frases son posibilidades, no verdades!
Pensamientos de Jorge:
“Mi
experiencia no es lo que necesitan. Todos me van a decir lo
mismo”.
Observa cómo Jorge imagina que NADIE
en este mundo necesita de su experiencia y que TODOS
le van a decir lo mismo. ¿Quién puede saber esto? ¿Quién tiene el
poder de adivinar lo que TODO
el mundo va a decir?
Este pensamiento tampoco es una verdad absoluta. Es
sólo una posibilidad.
Los casos antes mencionados nos sirven para ilustrar
claramente cómo partiendo de nuestra interpretación de las
situaciones externas generamos pensamientos que no son necesariamente
ciertos. Eckhart Tolle llama a esto la identificación total con la
mente; es decir, creer todo lo que
pensamos.
En el caso de Rosario, los pensamientos
negativos le están impidiendo llevar a cabo las acciones necesarias
para encontrar trabajo. Éstos le generan una inquietud y angustia
que no le permiten concentrarse en la búsqueda de
empleo.
¡Atención!, no es que no sea cierto que sin dinero
no se puede pagar el alquiler, pero no es un hecho cierto y concreto
en el momento presente de Rosario. Si en este momento Rosario no
tiene dinero para pagar el alquiler, esto no es una interpretación:
es un hecho. De lo que estamos hablando aquí es de lo que nos
imaginamos que puede ocurrir, es decir, de la interpretación
negativa de la situación y de las consecuencias que esto nos
genera;:en este caso, una sensación de inseguridad, inquietud y
preocupación.
En el caso de Jorge, él toma como una verdad
absoluta el pensamiento de que TODOS le van a decir lo mismo y esto
le genera una emoción: miedo. Tiene miedo a sentirse rechazado de
nuevo. Ese pensamiento, ese miedo, no le deja avanzar. El panorama es
muy alentador, ya que todos tenemos la capacidad de darnos cuenta de
que nos estamos haciendo trampa. Si Rosario y Jorge desarrollaran su
capacidad de autoobservación, podrían darse cuenta de
ello.
Alejandra Llamas, coach
y autora de varios best seller,
lo explica de esta manera: “Somos la presencia que precede al
pensamiento y que observa cómo surge este último. Cuando
reconocemos que pensamos es porque estamos despertando a nuestra
conciencia, lo
que abre la posibilidad de ver que el pensamiento es ajeno, que hay
una dimensión más profunda dentro de nosotros”.
La
clave está en la capacidad de detenerte a observar lo que estás
interpretando, lo que estás pensando, observar esos pensamientos
negativos que te están causando tanta preocupación y cambiarlos por
pensamientos poderosos que te brinden más posibilidades.
A lo
largo del libro “Árbol del conocimiento”, de Humberto
Maturana y Francisco Varela (dos grandes científicos y maestros), se
describe este fenómeno desde un aspecto biológico. Se observa cómo
cada ser vivo (animales, plantas, etc.) va adaptando su visión de
acuerdo a sus propias experiencias. La gran diferencia entre el
hombre y los animales-plantas es la conciencia.
Esa conciencia que nos permite observar lo que sucede en nuestra
mente: una conversación interior.
Algunos de nosotros tenemos la costumbre de ser nuestros jueces más
severos. La compasión hacia nosotros mismos es vital; el amor a nosotros
mismos nos deja respirar. Observa tus pensamientos y sé neutral: son
sólo pensamientos.
Observa cómo gracias a tu capacidad de autoobservación eres capaz de
identificar la interpretación que tienes sobre algo que en un principio
pensabas como único y verdadero. Esto te abre automáticamente un nuevo
camino para la acción, pues te da la objetividad necesaria para ver
otras opciones. La autoobservación es la mejor herramienta que podemos utilizar y
desarrollar para trabajar con esto. En cuanto te des cuenta de que estás
contándote una historia que no existe, de un futuro que aún no llega o
de un pasado que ya ocurrió, simplemente mira a tu alrededor, constata
en dónde estás, qué hora es, qué hay a tu alrededor y observa qué es lo
que es real en ese momento. Regresa al presente y centra tu atención en
él.
La atención plena, también llamada plena conciencia, es la
capacidad que tenemos de poner atención a lo que está aquí y ahora.
Representa la base de numerosas técnicas de meditación en las que
aprendemos a protegerla, desarrollarla y consolidarla. Nos ayuda a vivir
más anclados en el presente, lo cual disminuye la intensidad de la
ansiedad y la preocupación.
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