Jacqueline Nyetipei Kiplimo hizo algo que sorprendió al mundo durante la maratón Zheng-Kai de 2010 cuando fue testigo de un competidor discapacitado que luchaba por beber agua.
En vez de aprovechar el momento para adelantar a este atleta en dificultades, corrió a su lado desde la marca de 6.2 millas hasta la marca de 23 millas (10 km), ayudándole a beber agua en todos los puntos de reabastecimiento. La ayuda que proporcionó a su compañero competidor ralentizó su tiempo de carrera y le hizo perder el primer puesto en la carrera, costándole la victoria y el premio de 10.000 dólares en efectivo.
Ese día, Jacqueline Nyetipei Kiplimo mostró al mundo que para ella, ser compasiva y ayudarse unos a otros era más importante que ganar una carrera que había estado preparando durante mucho tiempo.
Así es como luce un verdadero líder, uno que nunca deja atrás a alguien en desventaja.
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